Si entras a la página de la Real Sociedad Canina Española (RSCE) o de la Asociación Nacional de Adiestradores Profesionales (ANACP) vuelves al siglo XIX. Por lo menos, a los años noventa. Son de estas páginas que, cuando se lanzaron, ya parecían viejas y, ahora, ni te digo. Te cuento esto porque, hace unos días, salió en una conversación de sobremesa el tema de un logotipo y una imagen corporativa del primo de no sé quién.
El primo, la RSCE y similares
Verás, el primo en cuestión tiene una empresa que fabrica «algo de primera necesidad». Para ese algo, tiene encargos continuos: la marca la conocen proveedores, compradores, empresas especializadas… En fin, que tiene su sitio en el mercado. Además, está especializada: poca gente ofrece lo mismo a nivel nacional y, a nivel transnacional, no es algo que valga la pena importar. La imagen corporativa es la misma de los años 70. En este caso, años 70 de verdad, no siglo XIX como la exageración de arriba.
Doy el tema por contextualizado, ¿te parece? La discusión de la sobremesa se movió entre la necesidad de adaptar la imagen corporativa y la falta de tiempo (que, bueno, son 50 años: suena a excusa, sí). No intervine demasiado y quizá, por eso, te estoy dando la lata aquí. La cuestión es que adaptar una imagen corporativa tiene varias funciones (el branding también es importante), pero, en las pymes, puede no estar ligada con una conversión a corto plazo.
A la empresa del primo le pasa lo mismo que a la RSCE y a la ANACP, ellos ya captan socios o clientes, o proyectos, así que una inversión de cinco, diez o quince mil euros, por decir algo, puede no suponer ningún cambio real para el negocio o la organización en el corto y medio plazo.
Ter y el logotipo de Correos
Es el caso contrario de aquel vídeo de Ter sobre el logotipo de Correos. En este caso, se habían invertido 250.000 euros, si no recuerdo mal, y el cachondeo es que habían quitado las cornetas del dibujo, y poco más.
En el vídeo, en cambio, la youtuber demostraba que se había hecho una reconceptualización integral de la marca. ¿Por qué? Entre otras razones, porque era de los tiempos de Maricastaña también, pero, sobre todo, porque la amortización iba a ser (relativamente) rápida, y muy ventajosa en un momento de crisis y competencia chunga.
Actualizar una página como la de la RSCE
Con esta idea en mente, quizá hay quien diga: hombre, quizá el primo (y la RSCE, y la ANACP) se arrepientan cuando les pille el toro, y así es. Pero nos faltan datos: posibilidades de inversión, estructura interna, estructura de costes, blablablá. Además, la cantidad de información que recogen —sobre todo la RSCE— exigirá una revisión de los contenidos, una redistribución, un volcado y un largo etcétera. Para terminar, ¡encima!, la primera (lo digo a ojo) parece que esté en Joomla (la virgen) y la otra en HTML, puro y duro (ídem: la virgen).
En cualquier caso, las webs siguen ahí, y así, por algo que es aquello que la mayoría buscamos: un producto o un servicio que se vende pese al código y el mensaje, incluso el canal (porque no es WordPress, ni HTML5, ni estético). También nos recuerdan, y hoy es muy necesario, que Internet no es el canal, sino un canal (pese a ser el más tocho), y que, a veces, si tienes el qué, te puedes relajar un poco con el cómo y el dónde.
Qué aprender de la RSCE, la ANACP y Correos
Aun así, es peligroso. Por muchas razones. La principal es que te pase lo que le pasó a Correos, que espabiló cuando le estaban dando de bofetadas por todas partes, y ellos tenían una concesión pública. Imagínate la empresa del primo… Ríete de los estados satélites de la Unión Soviética cuando el Kremlin dijo ciao. En el caso de la RSCE y la ANACP, aunque no te lo creas, también les pasa factura: para empezar, hay un mercado enorme sin explotar a su alrededor (primero), pese a ser un organismo oficial, no parecen tener la credibilidad o el peso para presionar con efectividad al Estado (segundo), y esto revierte en cosas como alegalidad de la educación canina y el adiestramiento, falta de una educación reglada, menor número de afiliados o, dentro de que existe un nivelazo en nuestro país en muchas disciplinas deportivas, falta de promoción de los deportes caninos.
Por descontado, las cosas no son blancas o negras, pero sí que, a menudo, por mirar de refilón, no vemos los grises. En resumen, todo es mejorable. Hay organizaciones que no son conscientes de una posición ventajosa y, a veces, cuando nos dan la bofetada gorda ya es tarde, porque casi nadie dirige (una marca como) Correos. Mejor no confiarse en exceso.
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