Las fuentes de tráfico son el típico concepto de marketing con el que mucha gente arruga el morro y, luego, dice: «¡Ah, sí!, ¡pues claro!» Menuda definición buena, ¿eh? 😉 Vamos a probar otra vez: las fuentes de tráfico son los medios y canales a través de los que conseguimos atraer a los usuarios (tráfico web) a nuestro sitio web.

A nivel de analítica, por regla general, se diferencian cinco grandes grupos: tráfico de búsqueda u orgánico, tráfico de referencia, tráfico directo, tráfico social y tráfico de pago. Por regla general, en los porcentajes el orgánico, la publicidad de pago y el social deberían tener unos porcentajes altos, mientras que el de referencia o el directo dependen, en gran parte, de nuestra estrategia digital o nuestro tipo de empresa.

Qué tipo de fuentes de tráfico existen

Las fuentes de tráfico se dividen en cinco grandes grupos:

  • Tráfico de búsqueda o tráfico orgánico, que son aquellas visitas que acceden a nuestra web tras buscar mediante keywords o long tail keywords en un buscador. Un usuario busca: «marketing de contenidos en Barcelona» y llega a nuestra página.
  • Tráfico de referencia: llegan a nuestra página tras hacer clic en un enlace que han visto en algún otro punto de Internet (por ejemplo, un blog, una noticia en prensa digital, etcétera). Un usuario ha leído una vieja reseña sobre Javier en otro blog con un enlace a esta web, hace clic y llega aquí.
  • Tráfico directo, cuyo porcentaje suele ser menor siempre y cuando no contemos con un aula virtual o un Moodle; también es posible que los usuarios tengan necesidad de volver varias veces a la página o que les guste algo del contenido: el blog, por ejemplo, y les resulte cómodo poner la URL en el navegador (este se explica por sí solo, ¿no?).
  • Tráfico de pago (por publicidad), que procede de campañas externas, como las que podemos realizar mediante GoogleAds, FacebookAds u otros medios de publicidad online. En Vorágine nos gastamos las perras y montamos una campaña (en realidad, varias) con palabras clave en GoogleAds; cuando el usuario busca, por ejemplo «agencia de comunicación», le sale un anuncio patrocinado y llega aquí.
  • Tráfico social, que procede de redes sociales como Facebook, redes de microblogging como Twitter o redes profesionales y de networking (LinkedIn, Xing). La liamos un rato por Twitter y se enamora un montón de gente de nuestro dragón, rebuscan en nuestros datos de contacto y llegan aquí.

Para evitar confusiones, recuerda:

Para que no haya líos, lo dejo bien clarito: aunque el tráfico social suele diferenciarse del tráfico de referencia, el concepto es similar a este último, pues los usuarios suelen llegar a nuestro sitio web a través de enlaces que hemos facilitado en las redes sociales.

En cualquier caso, una vez analizadas las fuentes de tráfico (para ello, tenemos herramientas de métrica y analítica: la más conocida, Google Analytics), se pueden plantear mejoras y cambios en la campaña con el objetivo de optimizar el flujo de visitas y personalizar nuestra oferta. En otras palabras, es algo más interno que externo con el objetivo de sacar partido (con datos en la mano) a otras técnicas como el posicionamiento SEO y el linkbuilding, a la vez que nos permite contar con una panorámica clara de cómo llega el tráfico web y actuar en consecuencia.