Estos días, he estado leyendo y analizando con calma el informe de Affinity 2024. Como educador canino y persona interesada y vinculada con las protectoras, lo hago cada año.
Si quieres leer mi opinión, a nivel abandono y adopción, puedes leer este artículo en Dog Ventura.
Aquí solo voy a tocar cuatro ideas vinculadas con la presentación del propio estudio o informe Affinity, que me han gustado mucho.
Es… el pasado (para el informe Affinity)
Para representar la situación de «inmovilismo» (político y sectorial), Affinity ha recuperado la fotografía del mastín de la campaña de 1988: él nunca lo haría. En un informe que tiene que ser, principalmente, divulgativo, el uso de una imagen que ejemplifica la falta de avance y el estancamiento, me resulta excepcional.
La ausencia de cambios queda vinculada con los mismos problemas de hace casi 40 años. Un toque de atención que completan con varios análisis que el equipo ha segmentado con información bien escogida (Nuestra interpretación): dinámicas actuales de los centros de protección, proporción de animales identificados, tipos de animales más afectados.
Me ha gustado particularmente cómo han separado un apartado para las principales conclusiones. No obstante, la información allí recogida se observa poco novedosa, quizá por la imposibilidad de señalar de forma crítica.
Si nada cambia, ¿perdemos el interés?
Por desgracia, a medida que nada cambia, la presentación de estos estudios pierde relevancia. Cada vez resulta más difícil dar información novedosa o poner el foco en otros puntos.
En este sentido, me ha gustado mucho cómo han empezado a visibilizar «otros motivos» de abandono, que representan el 40 %, sin obviar los más habituales:
- camadas no deseadas (15 %),
- pérdida de interés (13 %),
- problemas de comportamiento (12 %),
- fin de la temporada de caza (11 %),
- factores económicos (10 %)
- y traslado (9 %)
Show me, don’t tell
A su vez, los gráficos son útiles, están bien seleccionados y permitan hacerse una idea más visual de lo que sucede. Las cifras sobre abandono a lo largo del año entre perros y gatos son un gran ejemplo, claro, conciso y apoyado de una interpretación útil que nos permite entender mejor los puntos clave (estacionalidad en gatos, menor afectación de las temporadas de vacaciones en perros, sobre todo).
Como contrapartida, los más habituales (número de abandonos, razas, edad…) se vuelven repetitivos tras tantos años, por desgracia.
La crítica por el cambio
Por último, aunque trasciende el propio informe Affinity, tras la lectura, me llegan dudas similares a años anteriores. El valor de la Cátedra Fundación Affinity pasa por mostrar, divulgar y concienciar, pero parece evidente que la divulgación no está en su mejor momento.
La escasa crítica (el documento es, principalmente informativo) tiene sentido en la creación de un informe centrado en ofrecer datos veraces, pero el posicionamiento excesivamente neutral, en una situación tan grave que se mantiene, puede valorarse como negativo. Es más, en mi caso, me atrevo a valorarlo así, sin desmerecer el estupendo esfuerzo académico y de divulgación.
Por descontado, no es tarea del informe Affinity establecer nuevos canales, pero al contar con información privilegiada, sí que podría ser interesante, o bien duplicar esfuerzos y preparar whitepapers centrados en la promoción de propuestas de cambio, o bien establecer puntos críticos para la mejora de la situación de abandono y adopción animal en España.