Hay una tendencia animalista en redes sociales —TikTok, YouTube, Instagram— que me ha gustado mucho. Se la conoce como «Show Me The Art and then Show Me The Artist« (enséñame la obra de arte y, luego, al artista). El arte, casi siempre, son destrozos guapos, guapos. O sea: gordos, gordos. Puertas arañadas, paredes mordisqueadas, sofás rotos… ya te haces una idea.

Desde mi punto de vista, Show Me The Art es exactamente lo contrario a los vídeos virales del «Qué has hecho, ¡¿eh!?» o el… «¡Mira cómo sabe lo que ha hecho!«, con tonos de voz graves, gritos, posturas invasivas y chancletazos incluso. Con estos otros vídeos, recuerdo a perros emitiendo señales de calma (girar la cara, ojos de ballena, freezing, conductas relacionadas con el estrés) y a personas creyendo que el perro entendía perfectamente lo que había hecho: que se sentía culpable.

@sabrina.nissa Shes so proud of herself 😑 #showmetheart #showmetheartist #art #catsoftiktok #cats #artist #fyp ♬ Blade Runner 2049 – Synthwave Goose

Nada más lejos de la realidad, por descontado. La realidad es que esos perros estaban pasando un mal rato… que venía de una bronca, o varias, o algo peor. Como mucho, esos animales habían hecho asociaciones concretas en las que entendían que, cuando había un pis, una silla mordisqueada o una puerta arañada… llegaban los gritos, las broncas, los malos modos. La educación que no es educación, la old school. 

Show Me The Art, de la mano de la educación canina amable

La nueva tendencia tiktokera, en cambio, aboga por tomarse las cosas con calma. Parece decirnos: ¡hey!, los objetos… son eso: objetos. Y resulta muy importante entender que los objetos son solo objetos cuando convives con animales, porque antes o… después (después… ¡jajaja!) te vas a encontrar pises, y cacas, y mesas mordisqueadas, y sorpresas que no te van a gustar. Show Me The Art parece apostar por tomarse las cosas con humor y con mucha paciencia.

En lo personal, me dan miedito un par de cosas, aun así. La primera es que se normalicen conductas destructivas o se utilice como excusa para no educar al perro. Hay un buen trecho entre asumir que un cachorro necesita más supervisión o nos va a hacer unas cuantas trastadas por casa y normalizar que un perro adulto siga rompiendo cosas por estrés, ansiedad o aburrimiento. La segunda es que se haga el vídeo viral de turno y sigamos riñendo, corrigiendo o confundiendo establecer límites en casa con castigar constantemente al perro o no ver más allá.

¡El humor es un gran recurso!, pero no deberíamos olvidar que convivir con animales requiere esfuerzo, dedicación y paciencia. «Show Me The Art» le quita hierro al asunto, que, a veces, suele hacer falta, pero la mejor opción después sigue siendo comprometerse con la educación de tu perro y mirar un poco más allá. Entre los perros, pocas cosas ocurren por casualidad: otro buen aprendizaje, ¿no? me the Art and then Show Me The Artist o cómo entender la convivencia con animales